Ham Sa! Nos conectamos con el mundo que vivimos a través de los sentidos y, en parte, formamos y fundamentamos nuestras creencias en base a ellos, pero olvidamos que nuestras capacidades de ver, oír, oler, degustar y tocar son muy limitadas. Cuantas veces te ha pasado de tener algún desacuerdo con alguien sobre un color (que uno lo ve marrón y el otro lo ve verde por ej) que si alguien escucho tal cosa y otro escucho otra… o cuantos sonidos no podemos captar y cuantos olores no llegamos a sentir, pero sin embargo insistimos en hablar con total propiedad y certeza sobre las ideas que nos formamos en base a nuestros sentidos.
Y es que, de alguna manera, tiene cierta “lógica” si pensamos que, estos son nuestras herramientas para interactuar con el mundo, y lo que nos rodea.
Hoy recordé esta frase: La Salida es Hacia Adentro. Continuamente buscamos afuera, nos dejamos influenciar por los estímulos que llegan a nosotros. Pero, qué pasa si orientas tus sentidos hacia adentro? Te propongo que tomes un tiempo para ir hacia tu interior. Darle un descanso a tus ojos y retirarte adentro tuyo, con los ojos cerrados para poder observar, no con tu mirada, si no con tu capacidad de percibir.
Mantener tu mente enfocada en un punto, por ejemplo tu entrecejo y gradualmente ir aquietando tus pensamientos. Suavizar tu sentido del oido para que los sonidos no te distraigan. Relajar tus narinas para que el aire pueda fluir sin tensiones. Relajar las sensaciones sobre tu piel para que puedas sentirte parte del todo, y allí, en tu interior, de pronto te des cuenta que estas mas cerca tuyo, de tu esencia. No de lo que crees que eres, se trata de algo que va mas allá de las formas, de los limites de tu piel, incluso va mas allá de tu nombre. Es algo que si tuviera que describirlo de alguna manera en este momento se me ocurre decirte que podrías ver tu luz.
En Armonia Divina
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